Funcionarios de la Universidad Nacional Autónoma de México denunciaron que el rector de la máxima casa de estudios, Enrique Graue Wiechers, está siendo “víctima de una campaña de calumnias”.
Los titulares de las 65 facultades, escuelas e institutos de investigación de la universidad más grande del país calificaron como una “campaña de infundios” el hecho de que Contra Réplica diera a conocer que Graue Wiechers está siendo investigado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), por movimientos “inusuales y relevantes” en sus cuentas bancarias.
A través de un pronunciamiento, los directivos de las distintas facultades, escuelas e institutos de la UNAM calificaron la difusión de esas investigaciones como una “campaña de infundios emprendida desde espacios informativos de dudosa ética profesional que pretende afectar el prestigio de la institución y la honorabilidad del rector Enrique Graue Wiechers”.
Añadieron que se “mantendrán unidos y firmes en la defensa de los más altos valores y del legado de nuestra Universidad y de su autonomía”.
En el documento, aseguran que el rector ejerce con “total transparencia los recursos económicos que le son asignados”, dado que la UNAM es auditada de “manera permanente por órganos internos, por despachos externos y por la Auditoría Superior de la Federación”, además de entregar la cuenta anual a la Comisión de Vigilancia de la ASF de la Cámara de Diputados.
El pasado 22 de mayo, la publicación La Hoguera reveló que el rector de la máxima casa de estudios del país está siendo investigado por el SAT debido a que en sus cuentas bancarias se encontraron movimientos anormales, los cuales califican de “inusuales y relevantes”. Entre estos movimientos bancarios destacan que Graue Wiechers gastó entre 2017 y 2023 casi 80 millones de pesos en solamente una tarjeta de servicio American Express.
La investigación foliada con el número 26889 revela que en 2017 gastó 4 millones 243 mil 990.27 pesos; 9 millones 70 mil 470.89 pesos en 2018; pero para el 2019, año en que consiguió ser reelecto en el máximo cargo al frente de la UNAM, sus gastos con la tarjeta crecieron a 16 millones 840 mil 703.10 pesos; en 2020 el monto fue de 9 millones 457 mil 167.76 pesos; en 2021 gastó un total de 19 millones 115 mil 774.29 pesos; mientras que en 2022 el monto ascendió a 19 millones 213 mil 710.51 pesos, y en lo que va de 2023 ha gastado un millón 777 mil 089.08 pesos.
Pero esos gastos no son los únicos que han llamado la atención de las autoridades hacendarias, también se encuentran bajo la mira el cambio de cheques por poco menos de 80 mil pesos. Y decenas de viajes que ha realizado a 11 diferentes países desde que asumió la rectoría de la Universidad en 2015.
A esas transacciones se suman decenas de transferencias interbancarias que recibió de diferentes cuentas tanto de personas físicas como morales por montos inferiores de 100 mil pesos hasta montos acumulados de poco más de 5 millones de pesos.
La investigación de las autoridades también se extiende a las donaciones que realizó la UNAM a favor de la Academia Mexicana de Cirugía (a esta pertenece el rector desde 1987), a la Fundación México en Harvard y el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México por un importe total de 14 millones 408 mil 500 pesos.
Además de ello, la revista Contralínea recientemente reveló que la Fundación Conde de Valenciana, que preside el rector y que está dada de alta como una organización sin fines de lucro, reportó ingresos por más de 600 millones de pesos tan solo en 2022. Pese a estar bajo el régimen de “sin fines de lucro” que le permite no pagar impuestos a cambio de ofrecer servicios gratuitos, la fundación obtuvo ingresos por 350 millones de pesos por “cuotas de recuperación” y 207 millones por operaciones oftalmológicas. Pero de su total de ingresos, incluso, usaron el 19 por ciento, es decir, más de 115 millones de pesos, para especular comprando bonos del gobierno federal, lo cual les permitió ganar más de 13 millones de pesos.
Pese a todo lo anterior, los académicos firmates del pronunciamiento afirman que cuentan “con la confianza de la sociedad mexicana y eso nos compromete a cuidar el gasto y nos obliga a ser mejores cada día”.