Solo una de cada 100 trabajadoras domésticas en México cuenta con un contrato escrito, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2022, que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, conmemorado cada 30 de marzo, la encuesta señala que en el país hay 2.3 millones de personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado, de las cuales el 88 por ciento son mujeres y el 12 por ciento, hombres.
Según el organismo, de cada 100 trabajadoras domésticas, 99 prestan sus servicios sin un contrato escrito. Solo 4 de cada 100 tienen acceso a servicios de salud, y 28 de cada 100 tienen algún otro tipo de prestaciones, como aguinaldo y vacaciones.
Entre las actividades que más realizan se encuentran la realización de quehaceres de limpieza con el 86%, cuidado de menores de edad, personas con discapacidad o adultos mayores con el 11%, lavar y planchar con el 2%, y jardinería y cocina con el 1%, todas en casas particulares.
En promedio, trabajan 30 horas a la semana y perciben un ingreso de 38 pesos por hora trabajada; tres de cada cuatro tienen entre 30 y 59 años de edad; y su escolaridad promedio es de 8.2 años, lo que equivale a segundo de primaria, aunque la mayoría de trabajadoras tienen al menos la secundaria, con el 41%), seguida de la primaria con el 37%, medio superior o superior con el 17%, y ningún grado escolar con el 5%.
Desde mayo de 2019, la Ley Federal del Trabajo y la del Seguro Social reconocen y garantizan los derechos laborales básicos de las trabajadoras del hogar en México, como tiempo de trabajo, descanso semanal, vacaciones pagadas, salario mínimo y cobertura de seguridad social, incluyendo la protección de maternidad.