Al menos 80 personas murieron y 150 resultaron heridas este viernes tras un bombardeo estadounidense contra el puerto petrolero de Ras Isa, en Yemen, según informaron autoridades hutíes.
El ataque fue descrito como el más mortífero desde que Washington inició su campaña militar contra el grupo rebelde hace 15 meses. Estados Unidos afirmó que el objetivo fue “debilitar la fuente de poder económico de los hutíes”.
El puerto, ubicado al norte de la ciudad de Hodeida, es una instalación estratégica controlada por los hutíes. Tras el ataque, el portavoz del Ministerio de Salud hutí, Anees Alasbahi, indicó que los equipos de rescate siguen buscando cuerpos entre los escombros, por lo que la cifra de víctimas podría aumentar.
Los hutíes respondieron lanzando misiles hacia Israel y aseguraron haber atacado dos portaaviones estadounidenses, el Harry S. Truman y el Carl Vinson, frente a las costas de Yemen.
Estados Unidos mantiene una ofensiva aérea diaria desde el 15 de marzo, con el objetivo de frenar los ataques de los hutíes contra embarcaciones civiles y militares en el mar Rojo. Estos ataques comenzaron a finales de 2023, en apoyo a la causa palestina en Gaza.
La televisión hutí Al Masirah difundió imágenes del ataque, mostrando cuerpos en el suelo, heridos trasladados en camillas e incendios en la zona del puerto.
En respuesta a los hechos, Irán calificó los bombardeos como una “violación flagrante” de la Carta de la ONU, mientras que Hamás los denunció como un “crimen de guerra demostrado”.
El gobierno estadounidense acusó a los hutíes de financiarse con ingresos de Ras Isa y sancionó esta semana a un banco yemení por su presunto apoyo al grupo.