Colombia se acerca más a China y pone a prueba su relación con EEUU

Colombia está reforzando su relación comercial con China, una movida que podría incomodar a Estados Unidos, su socio económico histórico.

La visita del presidente Gustavo Petro a Pekín marca un giro estratégico que busca diversificar mercados, justo cuando la economía colombiana enfrenta vientos en contra.

El viaje de Petro a China no es solo diplomático. Busca incorporar a Colombia a la Franja y la Ruta, el megaproyecto de infraestructura global impulsado por Pekín.

La adhesión enviaría una señal clara: Colombia quiere estar más cerca de Asia, aunque eso implique tensar la cuerda con Washington.

Importaciones chinas ganan terreno

El intercambio comercial con China va en aumento. Solo en 2024, el 24.9% de las importaciones colombianas provinieron del país asiático, una subida importante frente al 18.4% registrado en 2014. En dinero, hablamos de 14,700 millones de dólares.

Estados Unidos, aunque sigue siendo el principal comprador de exportaciones colombianas (30% del total), ha comenzado a perder espacio como proveedor.

Según Alejandro Useche, profesor de la Universidad del Rosario, esto es parte de una “tendencia que se venía avizorando”, impulsada por productos tecnológicos y vehículos más baratos provenientes de China.

El giro hacia China no entusiasma a todos. Para el director del Centro de Investigación Chino Latinoamericano, Parsifal D’Sola, esta decisión “es una movida política marcada por la ideología, sin ningún tipo de agenda” económica.

Además, el déficit comercial con China preocupa. En 2024, Colombia exportó solo 2,400 millones de dólares al país asiático, y el 80% fueron materias primas como petróleo y carbón.

El presidente de la Asociación Nacional de Industriales, Bruce Mac Master, criticó la decisión de Petro por basarse en “muy poco análisis técnico”.

Estados Unidos en alerta

Desde Estados Unidos no han tardado en aparecer señales de molestia. Mauricio Claver-Carone, exfuncionario del Departamento de Estado, advirtió que este acercamiento podría beneficiar a otros países que compiten con productos clave colombianos, como el café o las flores.

El mensaje es claro: Washington observa con recelo que uno de sus aliados históricos coquetee con su rival geopolítico más grande.

En febrero de 2024, Colombia inauguró una nueva ruta marítima desde Buenaventura hasta Shanghái, con parada en Chancay, Perú, el nuevo hub logístico de China en América Latina.

Esta conexión podría facilitar el comercio, pero también agravar el déficit si no se logra exportar más allá de materias primas.

Para Ingrid Chaves, directora de la Cámara de Comercio Colombo China, la situación actual representa una oportunidad: “A Colombia le conviene diversificar sus exportaciones en este momento coyuntural”.

Petro insiste en que su gobierno busca relaciones “de tú a tú” con el gigante asiático.

Pero la pregunta es si ese sueño chino puede convivir con la realidad de una economía que todavía depende en gran medida de sus lazos con EE.UU.

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