Migrantes colombianos que se vieron en medio la tensión diplomática entre Estados Unidas y Colombia finalmente llegaron a su país.
Este martes, dos aviones militares colombianos aterrizaron en Bogotá con 201 migrantes deportados desde EEUU.
Los migrantes denunciaron condiciones inhumanas durante el proceso de deportación.
Carlos Gómez, uno de los deportados, describió su experiencia en detención como “peor que ser un preso”.
Según su relato, no sabían si era de día o noche y recibían comida en mal estado. Su hijo de 17 años, que lo acompañó en el viaje, también sufrió tratos indignos.
Las autoridades colombianas confirmaron que los deportados incluyen 21 niños y dos mujeres embarazadas.
Fotografías difundidas por el gobierno muestran que no llevaban grilletes al interior de las aeronaves.
Sin embargo, Gómez relató que en vuelos previos rechazados por Colombia fueron esposados y tratados como criminales.
Tensión entre Petro y Trump
El incidente se produce tras el rechazo de Petro al aterrizaje de vuelos militares estadounidenses con deportados, exigiendo condiciones “dignas” para sus connacionales.
La postura del presidente colombiano generó una breve crisis diplomática, que incluyó amenazas arancelarias de Trump.
Finalmente, ambos gobiernos llegaron a un acuerdo, y Colombia envió aviones propios para repatriar a sus ciudadanos.
“Son colombianos, son libres y dignos”, escribió Petro en X.
Plan de reintegración y nuevas tensiones
Para apoyar las personas repatriadas, el gobierno colombiano anunció un programa de créditos accesibles para facilitar su reintegración.
Sin embargo, no se han precisado los detalles ni los montos de esta iniciativa.
Mientras tanto, Trump calificó a los migrantes como “delincuentes” y ratificó su postura de regresar a los extranjeros indocumentados.
Su enfoque migratorio ha encendido las alarmas en otros países latinoamericanos, como Brasil y Honduras, cuyos gobiernos también han expresado su rechazo a los tratos denigrantes hacia sus ciudadanos deportados.
Colombia asumirá próximamente la presidencia de la Celac, desde donde Petro busca impulsar un diálogo regional sobre las políticas migratorias de Washington.
Con información de AFP
