EEUU y Ucrania firman acuerdo sobre minerales; no incluye garantías de seguridad

Estados Unidos y Ucrania firmaron un acuerdo que le da a Washington acceso a los recursos minerales ucranianos, a cambio de inversiones para reconstruir el país.

El pacto se anunció tras semanas de tensiones entre el presidente Donald Trump y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, y llega en un momento en el que Washington busca reducir su ayuda militar a Kiev.

Aunque el acuerdo promete inversión extranjera y desarrollo, no incluye garantías de seguridad que Ucrania había pedido tras tres años de guerra con Rusia.

Un trato económico, no un pacto militar

Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha dejado claro que no quiere seguir enviando ayuda militar a Ucrania sin obtener algo a cambio.

Inicialmente, pidió 500,000 millones de dólares en recursos minerales como “compensación” por la ayuda que su antecesor, Joe Biden, otorgó a Ucrania desde 2022. Esa propuesta fue rechazada por Kiev.

Al final, ambas partes acordaron crear un Fondo de Inversión para la Reconstrucción de Ucrania, donde cada país tendrá el 50% del voto.

El fondo financiará exclusivamente proyectos relacionados con minería, petróleo y gas durante los primeros 10 años.

¿Qué gana Estados Unidos?

Con este acuerdo, Estados Unidos podrá participar directamente en la explotación de 57 tipos de recursos naturales, incluidos litio, tierras raras, petróleo, gas y grafito, esenciales para la transición energética y la industria tecnológica.

A cambio, promete invertir en infraestructura y desarrollo económico en Ucrania. No se considera como una “deuda” por la ayuda previa, y si Washington envía más asistencia militar, contará como inversión en el fondo.

“El acuerdo permite a EEUU obtener una compensación económica por la ayuda dada, y manda una señal a Rusia”, dijo Scott Bessent, secretario del Tesoro.

¿Y qué gana Ucrania?

Zelenski dijo que el acuerdo representa “una oportunidad justa” para atraer inversión, sin comprometer el control del país sobre su subsuelo.

Kiev conserva la propiedad de sus recursos, y cualquier ganancia que se genere en los primeros 10 años se reinvertirá en el país. Después de ese periodo, las utilidades podrían repartirse entre ambos gobiernos.

Ucrania también aclara que este trato no afecta su intención de entrar a la Unión Europea, aunque la adhesión sigue siendo incierta.

Ucrania: rica en minerales, pobre en garantías

Ucrania tiene aproximadamente el 5% de las reservas minerales del mundo, muchas aún sin explotar. También posee una de las mayores reservas de litio en Europa y cerca del 20% del grafito global, clave para fabricar baterías eléctricas.

Sin embargo, gran parte de estos yacimientos están en zonas actualmente ocupadas o amenazadas por Rusia, lo que complica su explotación inmediata.

Para desarrollar solo un yacimiento, Novopoltavske, se necesitan al menos 300 millones de dólares, según las autoridades ucranianas.

Seguridad: el tema pendiente

A pesar de las inversiones prometidas, el acuerdo no incluye compromisos de seguridad por parte de Estados Unidos.

Trump ha sido claro: no quiere que Ucrania entre a la OTAN ni desea comprometer tropas o defensa directa. Para él, la presencia económica es suficiente para disuadir a Moscú.

Kiev no está tan convencido. Zelenski insiste en que necesitan garantías concretas para evitar futuros ataques.

Entre drones y diplomacia

Mientras se firmaba el acuerdo en Washington, Ucrania vivió otro ataque ruso: un dron bombardeó la ciudad portuaria de Odesa, dejando dos muertos y varios heridos.

Zelenski dijo tras el ataque: “Necesitamos más presión sobre Rusia para obligarla a negociar”. También pidió reforzar las sanciones y no disminuir el respaldo occidental.

Trump, por su parte, propuso una tregua de 30 días, que Moscú rechazó. Putin anunció una breve pausa del 8 al 10 de mayo, coincidiendo con el Día de la Victoria en Rusia.

¿Y ahora qué sigue?

El acuerdo todavía necesita ser ratificado por el Parlamento ucraniano.

Mientras tanto, Washington evalúa si sigue intentando mediar para poner fin al conflicto o da por cerrado su papel como garante de seguridad en Europa del Este.

Salir de la versión móvil