Treinta tesoros culturales y naturales de todo el mundo están cruzando los dedos esta semana. ¿El motivo? Esperan entrar en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
Entre los aspirantes están la Ruta Huichol de México, la Ruta Colonial Transístmica de Panamá y el Parque Nacional Cavernas do Peruaçu de Brasil. ¿Suena a roadtrip soñado? Sí, pero el proceso es mucho más formal.
Según la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, este año el reto es enorme: “La cultura juega un papel importante para responder a los desafíos actuales, ya sea el cambio climático o las heridas de la guerra”, dijo Azoulay.
Y es que la amenaza es real: tres cuartas partes de los sitios ya enfrentan riesgos de agua, como sequías o inundaciones. Además, la mitad de los lugares actualmente en peligro lo están por conflictos armados.
¿Sabías que hay más de 1,200 sitios ya inscritos en la lista? Este año, la lista de candidatos incluye lugares prehistóricos, castillos dignos de cuento de hadas —como Neuschwanstein en Alemania, inspiración de Disney— y rutas sagradas, como la huichol en México, con más de 500 kilómetros de historia y naturaleza.
Pero ojo, no todo es seguro: algunos sitios, como el parque brasileño, podrían esperar un año más si el Comité pide aclaraciones sobre la participación de pueblos indígenas o sus planes de gestión.
Mientras tanto, México apuesta por el reconocimiento de su ruta precolombina huichol, llena de sitios naturales sagrados, como Wirikuta, y Panamá presume la ruta que unía el Atlántico con el Pacífico en tiempos coloniales.
¿Quiénes serán los nuevos miembros de la lista más famosa del planeta? Esta semana lo sabremos. Mientras, los candidatos esperan, y el mundo —literalmente— contiene la respiración