El gobierno mexicano rechazó formalmente las críticas de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la inédita elección por voto popular de jueces, realizada el domingo pasado.
La Cancillería calificó las observaciones del organismo como una intromisión en decisiones soberanas.
A través de una nota diplomática, México respondió al informe preliminar de la OEA, el cual desaconseja replicar este modelo en otros países de la región.
La misión permanente ante el organismo expresó “su firme rechazo”, argumentando que cada nación tiene derecho a organizarse “en la forma que más le convenga”.
La elección directa de jueces, promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, generó atención internacional y fue monitoreada por una delegación de la OEA.
En su reporte inicial, el organismo señaló que el proceso fue “sumamente complejo y polarizante”, con una participación de apenas 13% del padrón.
En su posicionamiento, la Secretaría de Relaciones Exteriores subrayó que la misión de observadores “no cuenta con la facultad para imponer criterios sobre cómo debe organizarse el Poder Judicial de cada país”, y calificó como excesivos los juicios vertidos por la delegación.
El informe de la OEA expresa preocupación sobre el bajo nivel de participación y advierte que los jueces electos podrían estar más expuestos a presiones políticas o incluso del crimen organizado.
Este modelo de selección ha sido cuestionado también por Estados Unidos y Canadá, socios comerciales de México en el acuerdo T-MEC.
Ambos países han expresado dudas sobre la independencia judicial en un sistema que permite el voto directo para cargos del Poder Judicial.
Con información de AFP