La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, destacó en su conferencia de prensa dos reformas constitucionales que se discuten en el Congreso de la Unión.
Estas iniciativas, presentadas inicialmente por el expresidente López Obrador, buscan impulsar el transporte ferroviario de pasajeros y fortalecer las empresas públicas en el sector energético.
Sheinbaum informó que una de las reformas ya fue aprobada por la Cámara de Diputados y pasa para su análisis a la Cámara de Senadores.
Esta modificación permitirá al Estado utilizar vías de tren concesionadas para transporte de pasajeros, manteniendo las concesiones de carga.
La presidenta explicó que la reforma en el sector ferroviario ratifica en la Constitución que el Estado puede utilizar las vías actuales concesionadas para tren de pasajeros. Aunque el transporte de carga sigue en manos de privados, la reforma amplía las posibilidades para desarrollar trenes de pasajeros.
Este cambio constitucional facilitará la operación de servicios como el Tren Maya y otros proyectos ferroviarios en el país. Además, Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno para continuar con estos desarrollos, extendiéndolos hacia el norte de México.
El segundo tema abordado por Sheinbaum fue la reforma energética. Esta propuesta busca recuperar el carácter público de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), regresando a los modelos de operación anteriores a las privatizaciones iniciadas en los años 90.
La presidenta explicó que, tras las reformas de 2013, Pemex y CFE fueron catalogadas como empresas productivas del Estado, obligándolas a competir en igualdad de condiciones con empresas privadas en el mercado energético.
Con esta nueva reforma, Sheinbaum destacó que se priorizará el servicio público sobre el mercado. El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) volverá a dar prioridad a las plantas públicas sobre las privadas para la generación y distribución de energía eléctrica.
El objetivo es que la CFE aumente su participación en la generación de energía hasta el 54%, mientras que el 46% restante quedará en manos de empresas privadas. Esta medida permitirá un mayor control estatal en la producción de energías renovables.
La reforma energética también incluye modificaciones a las leyes secundarias para ajustar la operación del mercado eléctrico y asegurar la preponderancia de las empresas públicas.
Pemex y CFE, además, deberán seguir siendo productivas y eficientes, según explicó la presidenta.