La vida puede parecer un laberinto que en ocasiones no tiene mucho sentido y que, inevitablemente, nos lleva al mismo lugar. En Magnolia, los caminos se juntan.
Magnolia nights.
Para muchos, el filme que se dio a conocer el 17 de diciembre de 1999 representó la consagración del director Paul Thomas Anderson, quien apenas un par de años antes había sorprendido con su obra, Boogie Nights.
El éxito inesperado de Boogie, le abrió las puertas a Anderson en New Line Cinema para su siguiente proyecto, que resultó ser aún más extraño y que tuvo por nombre, Magnolia.
Magnolia comparte algunos elementos con Boogie Nights, como el hecho de que ambas historias se desarrollan en San Fernando Valley, de California, o que utilizan un elenco conjunto (enssemble cast), lo que quiere decir que aparecen varios actores de renombre sin que necesariamente uno sobresalga de entre los demás.
De hecho, cuando el estudio quiso promocionar el filme como una película de Tom Cruise, Anderson objetó, defendiendo el concepto del elenco extendido.
Cruise acababa de interpretar al doctor Dr. Bill Harford, en el filme de Kubrick, Ojos bien cerrados (Eyes Wide Shut), razón por la cual aceptó el papel de Frank Mackey en Magnolia, pues se trataba de un personaje completamente diferente, también demandante, con muchos matices y emociones.
Drama, comedia, sarcasmo y surrealismo.
Magnolia es un filme de tintes surrealistas con varios personajes, unos más cimentados en la realidad que otros. Y entre todos se complementan bien.
La característica de cada uno de los involucrados es que se trata de personas alienadas, parias, y quienes, si bien son parcialmente funcionales, tienen traumas que los acompañan desde la niñez y que los atormentan de distintas maneras.
Tom Cruise, Julianne Moore, John C. Reilly, Jason Robards, Philip Baker Hall, Philip Seymour Hoffman, Melora Walters, William H. Macy, Melinda Dillon, Jeremy Blackman, Alfred Molina, Luis Guzmán, Pat Healy y Felicity Huffman, son algunos de los actores que intervienen, además de otros que hacen papeles muy pequeños, como Patton Oswalt, Clark Gregg y Thomas Jane.
La película es una de esas que sorprenden de distintas maneras, ya sea por su historia, por sus actuaciones o por su producción y que puede ser disfrutada como un todo o por partes, escudriñando en cada uno de sus elementos.
La música es una característica que nos llamará la atención, ya sea por su banda sonora de Jon Brion, las canciones de Gabrielle, Harry Nilson, Supertramp, o por las geniales canciones de Aimee Mann. Una de ellas, “Wise Up”, es punto fundamental en la narración.
La esencia.
Los decorados, los sets, las locaciones exteriores, la paleta de colores utilizada y la edición, son otros de los aspectos técnicos que hacen de Magnolia, algo único.
Eso sí, hay que verla con apertura de mente, pues es un tanto provocativa y sale de los convencionalismos. Algunos momentos caminan en el filo de la credibilidad y se manejan entre lo real y lo absurdo, como ese momento antes de caer en el colapso mental en el que la realidad y lo ficticio parecen no diferenciarse.
Algunas situaciones clave de la cinta se definen en este tipo de circunstancias surreales pero que, más allá de romper la ilusión, nos dan un respiro, ayudándonos a descansar de la tensión generada previamente.
Varios de los individuos participantes en Magnolia tienen relación entre sí y otros no, mas todos comparten los duelos existenciales que los obligan a replantear, aunque sea de manera breve, y redefinir sus objetivos. Otros más, se encuentran al final del camino y tienen que enfrentarse al juicio propio y al de sus allegados, cuando todas esas decisiones han sido tomadas tiempo atrás.
Y unos pocos están en el proceso de convertirse seres disfuncionales y fallidos, vulnerados por su entorno inmediato y su núcleo más íntimo, el de la familia. Es eso Magnolia, la historia de familias que nunca lo fueron.
Muy probablemente, nos veremos reflejados en uno, dos… o tal vez en todos los personajes de la propuesta de Paul Thomas Anderson, que cumple 25 años de su estreno.
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Chicago, con Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones, Richard Gere y John C. Reilly:
El gran Leboswki, con Nick Nolte, John Goodman, Steve Buscemi, Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman y John Turturro:
Mary y Max, con Toni Collette, Philip Seymour Hoffman, Barry Humphries y Eric Bana:
Y la película más extraña de superhéroes que podrás encontrar, Mystery Men, con Ben Stiller, Hank Azaria, William H. Macy y Jeneane Garofalo, entre muchos, muchos otros: