Algunas películas que hacen crítica social tienen varios sentidos. Natural Born Killers, es un análisis de la violencia.
La dirección del filme del culto de 1994, corrió a cargo de uno de los grandes cineastas y que se maneja perfectamente en varios géneros, Oliver Stone, a quien recordamos por Platoon (1986), Nacido el 4 de julio (1989), The Doors (1991) y JFK (1991), entre otras.
Asesinos por designio.
Stone también coescribió el guion, tarea que ya le ha había otorgado algunos premios.
El argumento fue creado originalmente por Questin Tarantino y se puede apreciar perfectamente su mano. Gran parte del guion se mantuvo, aunque pasó por tantos cambios que su crédito se lee en el producto final como “historia por…”. Esto, por lo general, significa que se conserva la esencia y todo lo demás puede cambiar.
Asesinos por naturaleza, es un filme ultraviolento y conceptual. La narrativa se maneja de distintas maneras, aludiendo a formatos que se han utilizado en el cine y la televisión, tales como el blanco y negro, la comedia de foro (sitcom), el noticiero y el programa en vivo.
La película fue la consolidación para Woody Harreslon y Juliette Lewis, actores que ya traían varios reconocidos trabajos a cuestas. Así también, otros actores lucen por su participación, como Robert Downey Junior, Tom Sizemore y Tommy Lee Jones.
Si algunos personajes parecen exagerados, ese es el propósito. El filme es una sátira que resalta la violencia como parte del contenido habitual de los medios de entretenimiento y como uno de los elementos que generan grandes audiencias.
La violencia como negocio.
Fue en la década de los noventa cuando, en Estados Unidos y otras partes del mundo, se pusieron de moda las coberturas nacionales en vivo acerca de eventos reales y que resultaron ser de beneficio para las cadenas televisivas. En ese tiempo, la noticia detonó como generadora de ratings.
Curiosamente, la persecución más famosa en televisión fue la que protagonizó el exjugador de los Bill de Buffalo, O.J. Simpson, el 17 de junio de 1994, mientras que Asesinos por naturaleza, fue estrenada el 26 de agosto.
De esta manera, el filme aborda la vida de dos homicidas seriales, Mickey (Harrelson) y Mallory (Lewis), que son una especie de Bonnie and Clyde modernos. Y como sucedió con los originales, la pareja se convierte en sensación nacional.
La película nos muestra los factores que llevan a ambos a ser sicópatas y, con una ayudadita del destino, a encontrarse para vivir su distorsionado idilio. Sin embargo, en la cinta no hay buenos y malos, cada personaje mostrado tiene sus propios fines y estos no son del todo altruistas.
El periodista Wayne Gale (Downey Jr.), es la representación de los medios corporativos, de la corrupción y de la sociedad en sí; a la vez, es el ejemplo de un individuo que puede llegar a los niveles más extremos, producto del entorno. Esto no lo hace muy diferente de Mickey y Mallory. En ocasiones, lo único que hace la diferencia es la etiqueta social.
Cuestión de enfoques.
Por otro lado, el director del penal, Dwight McClusky (Lee Jones), es la representación de la corrupción extrema en los sistemas impartidores de justicia. Su personaje busca, primero, quedar bien ante los medios y después, hacer su trabajo si es que este cumple con su agenda.
En un momento, Mickey hace una declaración: “Lo ves en el bosque, tienes especies matando otras especies. Nuestra especie matando a todas las especies, incluyendo al bosque y solamente lo llamamos “industria”, no homicidio”.
La banda sonora es otra joya de Natural Born Killers. La producción fue de Stone y de Trent Reznor, de Nine Inch Nails, quienes ensamblaron un estupendo collage musical con temas de Leonard Cohen, Patti Smith, Bob Dylan, Patsy Cline, Peter Gabriel, Rage Against the Machine, Marilyn Manson e incluso Nine Inch Nails.
Asesinos por naturaleza (o Asesinos natos, en España), cumple 30 años de su estreno.
Te invito a leer un artículo con otro filme de Oliver Stone, The Doors:
Con Woody Harrelson, Zombieland: Tiro de gracia:
De Tommy Lee Jones, Men in Black:
El fugitivo, con Harrison Ford:
Finalmente, de Robert Downey Junior, Iron Man: