Los comics se dividen por etapas, de acuerdo a las personas que trabajan en ellos. Hay algunas que sobresalen y también comics que suelen ser constantemente buenos, tales como Daredevil o Detective Comics; estos por lo general, tienen una sucesión de buenos equipos creativos. Como el caso de Jim Lee y su salida de X-Men, para irse a Image Comics.
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Jim Lee fue pieza clave en la fundación de Image Comics en 1992. De este evento hemos hablado extensamente, debido a que fue un parteaguas en la industria del comic de Estados Unidos.
Te dejo aquí una nota donde hablamos de su establecimiento:
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También te presento otra, donde revisamos la temporada de Lee y Chris Claremont en el comic de los mutantes:
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Ambos creativos cambiaron del comic, de The Uncanny X-Men al nuevo, llamado simplemente X-Men. Fue en esa revista que Jim Lee se mantuvo hasta el final de su etapa de Marvel. Había trabajado en relativamente pocos títulos debido a que era un artista joven. Su primer trabajo fue en Alpha Flight, que le ganó la asignación para un comic que sería estrenado, The Punisher War Journal, junto con su descubridor, el artista, escritor y editor, Carl Potts.
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Después de eso, Jim Lee (quien no tiene parentesco con Stan Lee u otros Lee famosos) entró como dibujante emergente a The Uncanny X-Men, donde se convirtió en estrella. Su peso aumentó considerablemente y tenía la oportunidad de sugerir la dirección del comic, hecho casi inusitado, pues mantenía el rumbo de los mutantes de Marvel, era el escritor, Claremont, quien se había probado como una fábrica de marcas exitosas en la editorial.
Los deseos de Lee chocaron con los de Claremont, no en el aspecto egocéntrico, sino creativo. El editor Bob Harras hizo renunciar a Claremont para que Lee pudiera hacer sus historias propuestas. Sin embargo, a los pocos meses, Lee renunció para cofundar Image. El movimiento dejó al nuevo comic, X-Men, huérfano de ambos padres.
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Claremont había accedido a lanzar el nuevo comic escribiendo su primera historia, que consiste de tres números y en los que se revierte a Magneto como villano (a petición de Lee y de Harras), eliminando años de evolución del personaje. Aun así, al ser escrita por Claremont, la historia se siente orgánica y natural.
Lee se mantuvo solo por 7 números más (publicados en el mismo número de meses); sus aportaciones fueron importantes y dejaron huella en la continuidad de X-Men.
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Lee cocreó a Gambit con Claremont y ayudó con la creación de Bishop, cuya idea fue de su colega y amigo, Whilce Portacio. Sin embargo, la propuesta original pedía que Bishop fuera de origen filipino, lo cual no fue aprobado por Harras y se decidió que fuera afroamericano.
Jim Lee es un gran fan de Wolverine y pugnó para que se regresara al traje clásico amarillo y azul, que había sido eliminado por lo llamativo, siendo sustituido por uno café, más sobrio. Una anécdota cuenta que Jim Lee comentó su logro con uno de sus ídolos, el escritor y dibujante John Byrne, pero Byrne le recordó que él había creado el traje café de Wolverine.
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Byrne aceptó ser el guionista de ambos comics de X-Men, mientras que Lee y Portacio generaban las historias y las ilustraban. Sin embargo, el caos con el que trabajaban hizo lo hizo renunciar al poco tiempo. El guionista sustituto fue Scott Lobdell, quien eventualmente se quedó a cargo, primero de Uncanny X-Men y después, de ambos comics.
A partir del número 4 de X-Men, Jim Lee exploró parte del pasado de Wolverine, retomando un poco de Weapon X, origen creado por Barry Winsor-Smith y que se volvió un clásico instantáneo. Aquí revisamos ese relato:
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Jim Lee volvió al pasado de Logan como agente secreto. Creó a Maverick, otro agente misterioso y los unió retroactivamente en un equipo, junto con Sabretooth. Una de las amenazas que el trío enfrentó en el pasado, fue al agente ruso, Arkadi, mejor conocido como Omega Red.
Dicha historia se desarrolló en X-Men, de los números 4 al 7. En este lapso, Lee se deshizo de Banshee y de Moira, ahondó en el naciente romance de Gambit y Rogue e inició un coqueteo entre Cyclops y Psylocke.
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Bishop, el nuevo X-Man, denuncia a Gambit como un traidor que en futuro es responsable de la muerte de los X-Men. La renuncia de Lee dejó esta historia inconclusa. Esta se presentó en X-Men #8. Aquí te dejo la nota:
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Al relato del traidor, le siguió un corto crossover con el comic de Ghost Rider, en el final de X-Men #8 y todo el #9, así como en Ghost Rider #26 y #27.
La producción de su propio comic para Image, que estaba muy próximo a debutar, WildC.A.T.s.: Covert Action Teams, hace que los últimos dos meses de Jim Lee en X-Men se vean un poco apresurados.
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La última aventura de los X-Men por parte de Jim Lee, se anunció desde un poster impreso en la edición de lujo de X-Men #1, titulado “Cosas por venir”. Implicaba el regreso de dos queridos X-Men: Dazzler y Longshot, así como del villano Mojo, dictador de la dimensión de la cual Longshot había escapado, Mojoworld. También aparece la mutante Lila Cheney, estrella de la música en otras galaxias y amiga de los X-Men.
La narración consta de dos números. Más o menos. Probablemente por retrasos o premuras, cada parte consta solo de 16 páginas, contra las 22 que usaban los comics. La segunda historia fue realizada por Scott Lobdell ya como escritor único, con arte de Mark Texeira. Esta es acerca de una misión de Maverick.
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Un cambio notable es la ausencia del entintador habitual de Jim Lee, Scott Williams, quien también migró a Image. La portada del número #10 es entintada por el propio Lee, mientras que la del #11, es de Bob Wiacek, uno de los entintadores confiables de Marvel.
La historia de Mojoworld cuenta con las tintas de varios profesionales, otra señal de que la producción fue apresurada. Además de unas pocas páginas de Williams, el #10 tiene tintas de Wiacek, Karl Altstaetter y Dan Panosian. El #11, solo de Wiacek.
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La historia es un homenaje a Mago de Oz y cuenta con referencias a la Naranja Mecánica. Longshot despierta en un mundo distinto y no recuerda qué ha sucedido. Sus aliados son los miembros de X-Men, caracterizados como personajes del Mago de Oz.
Mojo, pese a lo absurdo de su imagen y forma de ser, es una amenaza interdimensional, cuyo mundo es esclavo de la televisión. El poder de Mojo reside en los ratings, por lo gusta de secuestrar héroes de la Tierra, específicamente mutantes, ya que son muy populares en su dimensión. En alguna ocasión creó versiones infantiles de los X-Men, llamándolos X-Babies.
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En esta ocasión, X-Men antiguos y nuevos, se unen en contra del tirano.
En la conclusión de la aventura, que consta de una doble página luciendo a todos los mutantes, la pareja de Dazzler y Longshot sueltan una última noticia: serán padres y darán a su hijo el nombre de Shatterstar, quien en ese presente es un miembro de X-Force.
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De esta manera se despide Jim Lee casi de manera definitiva de los X-Men. Unos pocos años más tarde regresó a su antigua casa para hacer una nueva versión de Fantastic Four:
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Y también para hacer un crossover de X-Men con sus propios personajes, Wildcats:
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Pronto hablaremos del estreno de WildC.A.T.s en Image, tal como hemos cubierto los estrenos de Spawn y Youngblood. También hemos reseñado las salidas de Todd McFarlane, Rob Liefeld, Marc Silvestri, Erik Larsen, Whilce Portacio con Scott Williams y Dale Keown de Marvel. Todo lo encuentras en la página de Update México.
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Se cumplen 30 años de la salida de Jim Lee de X-Men.
