De ciencia, ficción, aliens y… Carl Sagan

La ciencia ficción es un género literario y cinematográfico (entre otros medios) que ha probado ser sumamente popular en las últimas décadas.

El género se definió con el Prometeo Moderno de la pionera Mary Shelley y su legendaria criatura que muchos -erróneamente- nombraríamos Frankenstein (el apellido es del creador; el monstruo nunca tuvo nombre).

Después llegarían los Verne, los Asimov, los Wells, los Orwell, los C. Clark. Y este tipo de relatos, proyectados generalmente con una cosmovisión futurista, permearon al cine y la televisión.

De esta manera llegaron Star Trek, Star Wars y un sinfín de relatos que nos han entretenido durante cientos de años. También existen autores que no necesariamente son versados en este género, pero que bien saben de lo que hablan.

Es así que un día llegó Contact, una novela escrita por el astrofísico Carl Sagan. En esta, el científico usa como pretexto la prosa para explicar de manera muy sencilla los conceptos que son cruciales para nuestra existencia, pero que no son tan sencillos de digerir.

Su relato de ciencia ficción fue llevado a la pantalla grande mucho tiempo después, en 1997.

Y para dicho proyecto se contó con un gran personal, comenzando por el menospreciado, pero muy importante director Robert Zemeckis (famoso por su trilogía de Back to the Future) y contó con las actuaciones de los experimentados Jodie Foster y Tom Skerritt, así como de un incipiente Matthew McConaughey.

También participan Angela Bassett, David Morse, James Woods y hasta el periodista Larry King se interpreta a sí mismo. La pista musical corre a cargo del gran Alan Silvestri.

La novela, escrita en 1985 es un pretexto del cosmólogo para presentar de manera sencilla varios conceptos relacionados con El Universo y de cómo, basados en las probabilidades, es imposible que seamos la única civilización inteligente.

La producción de la película contó con la supervisión del propio Sagan quien, por desgracia, no alcanzó a verla culminada.

La historia es acerca de la doctora Eleanor Arroway (Jodie Foster), quien descubre una serie de señales de radio emitidas por lo que parece ser una civilización extraterrestre. Tras un minucioso análisis, Arroway llega a la conclusión de que las señales tienen un patrón, lo que significa que estas tienen también un autor: una civilización superior que envía a La Tierra una manera de comunicarnos con ellos, basados en la ciencia y las matemáticas.

El mensaje incluye una serie de planos para la construcción de una nave interestelar, más no se sabe cuál es la finalidad de dicha máquina. Todo esto, por supuesto, conlleva una serie de dilemas ideológicos, políticos, económicos y teológicos. ¿Qué sucede cuando la humanidad descubre que no se encuentra sola en el vasto Cosmos?

Las conclusiones son obvias, pero puestas a consideración del espectador -o del lector-. Contact es una obra cuya finalidad es hacernos pensar qué hay más allá de nuestro planeta, de nuestra línea de vida y de nuestros conceptos. Es una manera inteligente -y divertida- de obligarnos a observar el cielo de una manera distinta… nueva.

La ciencia ficción, o en este caso, la ciencia ficción “dura” (llamada así por utilizar conceptos firmemente cimentados en la ciencia), no es sólo una manera de contar historias sino una plataforma real de cuestionamiento, de proyección, de análisis personal y sociológico. Somos seres civilizados, pensantes y necesitamos actuar como tales. Carl Sagan lo sabía… y escribió un cuento.

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