Es uno de los mejores guitarristas y un tanto pasado por alto. Es una estrella de rock en el más amplio sentido de la palabra. A él, lo que le importa, es hacer música y sonar. Muy fuerte.
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Brian Setzer se dio a conocer en los 80 como parte del trío de rockabilly, The Stray Cats. Después de su disolución, se dedicó a componer y tocar música por sí solo. En los 90, tuvo su propia banda de swing y rockabilly, The Brian Setzer Orchestra, que lo llevó a dar vueltas por todo el mundo. En Japón, por ejemplo, es toda una celebridad. Un factor a favor es que a nuestros hermanos orientales les fascina la cultura occidental, así como el mundo occidental celebra la de ellos.
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Fue hace ya 20 años, el 12 de junio de 2001, que el músico lanzó su material titulado Ignition! En este, se puede apreciar a un Setzer en su más pura forma, componiendo y tocando canciones con mucha energía y actitud, tal como es el rock and roll.
Para lograr su objetivo, el neoyorquino se acompaña -como en los tiempos de los Stray Cats, por un bajista y un baterista: Mark Winchester y Bernie Dresel, respectivamente. Para este proyecto, se hacen llamar Brian Setzer ’68 Comeback Special.
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Ignition! es una cátedra de ejecución en todo sentido, con sus pocos instrumentos y la manera en que llenan el espectro auditivo. Setzer utiliza todo tipo de recursos en voz y guitarra, como diferentes afinaciones o, incluso, cambiar –o desafinar- la guitarra mientras se encuentra tocándola. Su dominio de las escalas es eminente, atractivo y fácil, de atrapar a la audiencia.
El guitarrista no se apoya en los distorsionadores (común en el rock), por lo que debe tocar con limpieza, cayendo siempre sobre la cuerda y traste exacto con la fuerza necesaria, sin atajos, nada fácil de lograr cuando la velocidad va de por medio.
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Por otro lado, la cuestión vocal del guitarrista también es notable y lo podemos escuchar haciendo el “yodeling” o canto tirolés suizo en “8-Track”. La mezcla de géneros llega de manera natural y no sabemos que lo necesitábamos hasta que lo hemos escuchado. Cabe mencionar que la vocalización es muy bien lograda, así como los solos de guitarra.
De la impresionante cantidad de 17 canciones incluidas en este disco de 48 minutos, encontramos dos covers, la tradicional española “Malagueña”, en un gran arreglo de Setzer (el músico es reconocido por hacer buenas adaptaciones, como las de “Pennsylvania 6-500”, “In The Mood”, “Caravan” y hasta “El Cascanueces” de Tchaikovski).
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Ignition! también incluye otro clásico del rockabilly y uno de los sellos de Setzer, “Mystery Train” (canción original de blues/ rhythm and blues).
En algunos pocos tracks, el cantante se apoya en la composición por Mike Himelstein, como en “Hell Bent” y “Hot Rod Girl”; también recurre al propio Winchester en “Rooster Rock” y del ex de The Clash, Joe Strummer, fallecido tan sólo un año después de la presentación de este material.
Ignition! Es un viaje al pasado, pero no a la nostalgia, sino a su energía y la vibración de su música, a sus formas de ser y de vestir, y no dejará de contagiarnos un poco.
