Ráfagas rápidas de radio (o FRB por sus siglas en inglés: Fast Radio Bursts) son fenómenos fugaces, brillantes, de milisegundos de duración que se originan en distancias extragalácticas. Su origen es desconocido y, por primera vez desde que se registraron en 2007, se ha detectado un patrón repetitivo.
Ciclos de 16 días son los que se requieren para que una nueva ráfaga llegue a nuestro planeta. El fenómeno es objeto de investigación profunda y no se contaba con antecedentes; podría tener varias explicaciones y todas las ideas se analizan actualmente. Se cree que las señales de radio podrían provenir de un agujero negro en evaporación, de una colisión o podrían ser emitidas por enormes cuerpos estelares rotatorios, lo que explicaría su naturaleza cíclica. Incluso se maneja la posibilidad de que sean enviadas por una inteligencia proveniente de otra galaxia, aunque suene poco plausible.
Sólo como acotación, un evento similar se propone en la novela Contact, de Carl Sagan, que fue llevada a la pantalla grande en 1997. En esta, la doctora Ellie Harroway descubre una señal de radio con patrón fijo. Se logra decodificar y se encuentran los planos para lo que parece ser una nave de viaje intergaláctico.
Tal vez este no sea el caso, más las investigaciones arrojarán mayor cantidad de datos. Se ha calculado que el evento, que tiene por nombre FRB 180916.J0158+65, podría provenir de una galaxia en espiral ubicada a unos 500 millones de años luz de la Tierra.
Desde el 16 de septiembre de 2018 y hasta el 30 de octubre de 2019, se registraron 28 repeticiones en un periodo de 4 días, antes de detenerse por otros 12, dando periodos de 16.35 días.
Aunque estas peculiaridades se han estudiado a detalle desde hace poco más de una década, la ciencia ha tenido buenos avances. Se continuará estudiando la llegada de las mencionadas señales a nuestro planeta y con algo de suerte -y más trabajo-, se podrá llegar a una explicación satisfactoria acerca de su origen.