Spider-Man ha sido uno de los superhéroes más queridos desde su presentación en 1962. Como sabemos, fue creado por Stan Lee y Steve Ditko, debutando con una historia de sólo 11 páginas en la revista Amazing Fantasy #15, de portada de agosto de 1962 (a la venta el 5 de junio), que fue el último número de dicho título tras lo cual fue cancelado.
Spider-Man se graduó de inmediato a su propia revista, Amazing Spider-Man, que tuvo su primer número el 10 de diciembre de 1962 (con portada de marzo de 1963). Desde entonces, el arácnido se hizo uno de los héroes más famosos. Tuvo su serie de televisión en 1967 (terminando en 1970 con tres temporadas) y en México fue publicado por editoriales como La Prensa, Mac División y Novedades.
Durante tres décadas, el comic fue uno de los más representativos de Marvel. En 1987, Peter Parker y Mary Jane se casaron y hasta se organizó una boda simbólica, a inicios de junio del 87 en el Shea Stadium de New York ante 45 mil asistentes, previo a un juego de béisbol entre los locales Mets de New York y los Pittsburgh Pirates.
El traje de novia de MJ, fue diseñado por el connotado Will Smith, a quien se le incluyó en la historia en comic y quien era uno de los diseñadores de moda más reconocidos; este fue su último trabajo antes de morir. La boda se llevó a cabo en The Amazing Spider-Man Annual #21, publicado el 9 de junio de 1987 y que contó con dos portadas.
Para ese entonces, Spider-Man ya contaba con varios comics adicionales al titulado Amazing. Se contaba con The Spectacular Spider-Man. Marvel Team-Up, en el que Spider-Man hacía equipo con héroes distintos de Marvel, se había transformado en Web of Spider-Man. Además, Marvel Tales, que reimprimía historias clásicas del personaje, caras y complicadas de conseguir en sus ediciones originales.
En 1988, la dupla del escritor David Michelinie y el dibujante Todd McFarlane convirtieron al título en uno de los más vendidos. El escritor se había incorporado en el #290 de Amazing (con portada de junio y publicado el 31 de marzo del 87) e hizo pareja con dibujantes como Aleks Saviuk y John Romita Jr. Ese número 290, por cierto, es donde Peter le propone matrimonio a MJ, pero de inicio, es rechazado.
Meses después, en el #298 de Amazing, se unió McFarlane en el arte y desde ese momento llamó la atención por su dibujo espectacular.
Dos números después, el equipo creativo presentó a Venom, que se convertiría en pieza clave del universo de Marvel. Michelinie y McFarlane se mantuvieron produciendo el comic –de manera casi ininterrumpida- hasta el número #328 (con portada de enero de 1990 y publicado el 14 de noviembre de 1989).
Era tanta la popularidad del dibujante canadiense, que se pensó en lanzar un quinto título de Spider-Man, con ese nombre solamente, sin adjetivos. El movimiento fue uno de los más acertados. Para ese entonces, los dibujantes en Marvel se habían convertido en superestrellas y varios de ellos deseaban hacer sus propias historias. Habían cobrado una importancia superior a la de los escritores. McFarlane quería dar un rumbo más maduro al trepamuros con un comic más obscuro. Preparado por el editor Jim Salicrup, el nuevo título se estrenó el 19 de junio de 1990 (con fecha de portada del mes de agosto).
En ese tiempo, los comics normales costaban en promedio un dólar. Algunos tenían un formato con mejor papel, lo que elevaba el precio. La nueva serie de Spider-Man costaba 1.75 dólares. La mejora en calidad de impresión permitía apreciar mejor el intrincado dibujo de McFarlane. Pese al alto precio, el número #1 tuvo pedidos de más de 2 millones de copias, lo que representó un récord que mantiene hasta la fecha como el comic de mayor venta de un superhéroe en solitario.
La fama de Todd McFarlane fue el principal punto de venta, además de la utilización de un recurso del cual se abusó poco tiempo después: las ediciones variantes. Durante muchos años, los comics se vendían como las revistas, con una sola portada (aunque se producían dos ediciones, una con código de barras y otra sin este). Apelando al coleccionismo, para Spider-Man #1 se editaron varias versiones con el mismo contenido, pero distinta presentación. Sin embargo, la imagen de portada era la misma.
Una edición normal, otra que se vendía dentro de una bolsa sellada y otras con efectos, como tintas plateadas y doradas. Además, cada una contaba con variantes en los códigos de barras o sin estos. Todo contribuyó a que fuera el comic más vendido hasta que, un año después, llegó X-Men #1, con 5 portadas distintas (y posters interiores distintos) y ventas de 8 millones de copias, récord que difícilmente romperá algún otro comic.
El que un dibujante quisiera escribir sus historias no era extraño; había ejemplos en el pasado como John Byrne, Frank Miller y Walter Simonson, quienes resultaron más que competentes en ambos ramos. Lo que era inusitado era la creación de un título para una “estrella”. McFarlane resultó no ser el mejor escritor, pero su comic continuó llamando la atención y siendo uno de los más vendidos.
Por desgracia, el dibujante convertido en escritor no permanecería mucho tiempo más en Marvel, ya que estaba en desacuerdo con algunos elementos de censura y con la dirección creativa del personaje, lo que lo llevó a renunciar al año siguiente.
El canadiense, motivado por el nacimiento de su hija, Cyan, a la vez había sido invitado por otra de las estrellas de Marvel, Rob Liefeld, para crear su propia editorial donde tendrían control creativo de sus propios personajes, así como de las ventas de distintas licencias, derechos para animaciones, cine y parafernalia en general. McFarlane tenía un personaje guardado que no había querido proponer en Marvel: Spawn.
Todd renunció, su último número en Spider-Man fue el 16 (tras un descanso en el #15), que salió a la venta el 17 de septiembre de 1991 (con portada de noviembre). Sería la última vez que dibujaría un comic para una compañía que no fuera la cofundada por él, Image Comics. Con Spawn, trabajó en un crossover con Batman, ilustrado por él, escrito por Frank Miller, pero también fue producido por Image. DC hizo otra versión sin su participación, pero con su aprobación.
McFarlane tuvo su inicio profesional en DC Comics, con títulos como Coyote, el crossover Invasion y Detective Comics. Posteriormente migró a Marvel, donde ilustró The Incredible Hulk, con el escritor Peter David, y después, Amazing Spider-Man con Michelinie.
Aunque su dibujo no era perfecto, el estilo que imprimía a los personajes era muy llamativo y generaba un deseo por ver cómo modernizaba a los personajes clásicos, como Rhino, Scorpion, Mysterio, Hydroman y Green Goblin.
En Spider-Man, McFarlane hizo pocas historias (5 en 15 números), pero tuvo la oportunidad de presentar sus versiones de The Lizard, Morbius, Wendigo, Hobgoblin y Juggernaut, mientras que por el lado de los héroes a Wolverine, Ghost Rider y X-Force.
Cuando el canadiense se retiró, la revista quedó a mano de otra de las estrellas de Marvel, Erik Larsen, quien lo había sucedido también en Amazing Spider-Man; sin embargo, Larsen sólo hizo una historia de 6 números (del #18 al 23), además del #15. El dibujante e ilustrador fue de los fundadores de Image Comics, por lo que renunció al tiempo que McFarlane, Liefeld y otros. Después de este momento, la revista perdió su status estelar, pero se mantuvo hasta el número 98 de 1998.
Con Spider-Man #1, hace 30 años, la manera en que se manejaba la industria del comic cambió radicalmente gracias a una serie de movimientos que se sucedieron como fichas de dominó. Los estaremos analizando poco a poco. Hasta la próxima.