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Sunset Boulevard cumple 70 años.

Desde la época del Cine de Oro de Estados Unidos ya se mencionaba el ocaso de las estrellas. La común situación fue vivida por muchas de sus celebridades y una fuerte sacudida se vivió cuando se dio el salto del cine mudo al sonoro. El medio era el mismo, el lenguaje, uno totalmente distinto y muchas de sus personalidades quedaron fuera.

Sunset Boulevard, dirigida por Billy Wilder, con los estelares a cargo de William Holden y Gloria Swanson, es una de las grandes producciones cinematográficas dedicadas a dicho tema. Se estrenó el 10 de agosto de 1950.

En México, el filme se estrenó en 1951, el 22 de marzo y se le denominó El ocaso de una vida. En español también se le ha llamado El crepúsculo de los dioses.

Gloria Swanson es Norma Desmond, actriz talentosa caída en desgracia, quien delira con sus lejanos días de gloria y con sus aspiraciones de poder regresar a la cima. Will Holden da vida a Joe Gillis, guionista de Hollywood quien cruza su camino con el de la actriz. La película es impactante y hermosa en muchos aspectos, desde la manera en que desarrolla su premisa, hasta su producción.

Como todo buen filme noir, Sunset inicia con una muerte y es por medio de un flashback que conoceremos porciones del relato. Como el ocaso, la poética producción habla de la muerte: de la muerte en vida, de la muerte ante la sociedad, de la muerte por mano propia y la muerte como fatal e irónico destino.

Para finales de los 40, el cine había vivido una gran transformación y dos guerras mundiales que lo transformó. Este filme es denuncia de lo que continúa siendo constante: las estrellas que brillan no lo hacen para siempre; en el mejor de los casos, el tiempo dejará un buen recuerdo. En muchos otros, se encargará de borrar su rastro.

Sunset da un toque especial al contar con apariciones de personajes de la vida real, como uno de los cineastas más importantes en el cine de Estados Unidos, Cecil B. DeMille (dirigió Rey de Reyes, Los 10 mandamientos, Sansón y Dalila, entre otras), además de la implacable columnista Hedda Hopper quien, por cierto, señalaba nombres de personalidades supuestamente relacionados con el comunismo al más puro estilo de la Santa Inquisición. Otra cara reconocida es la del actor Buster Keaton, uno de los más famosos de su tiempo y quien rivalizaba con Charles Chaplin en carisma e importancia.

El final de Sunset Boulevard es previsible, más no predecible y deja una sensación agridulce. Dramática y realista, de título irónico referido al existente “Boulevard del ocaso” que puede conducir hacia Hollywood o lejos de él, es llegada o partida, éxito o fracaso, amanecer u ocaso. En 2020 se cumplen 70 años de su estreno.

Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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