El día de hoy, en Update México recordamos un disco que terminaba con la historia de una de las bandas de rock más importantes: The Division Bell de Pink Floyd. Estas misma sesiones de grabación desprenderían su producción de 2014, The Endless River.
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Para los fans del grupo de rock progresivo Pink Floyd, 1994 fue un año muy importante. El 28 de marzo salía a la venta lo que no se sabía, sería la última grabación de estudio por parte del trío conformado por el tecladista y cantante Richard Wright, el guitarrista y vocalista principal David Gilmour y el baterista –y único miembro en permanecer desde el primero hasta el último día de existencia de Floyd- Nick Mason.
El lanzamiento de The Division Bell terminaba con una sequía de siete años. El último disco de Floyd, A Momentary Lapse of Reason, había salido a la venta en 1987. El sonido era similar, pero a la vez, más maduro. Lejos quedaba la crítica social de Roger Waters, la aspereza musical y se nos presentaba un trabajo más pulido musicalmente, más introspectivo. Ahora las quejas no eran contra el sistema, sino contra nosotros mismos, como sociedad y como individuos. Gilmour se apoyaba en dos letristas para la composición: su esposa y escritora, Polly Sampson, así como Anthony Moore.