X-Men: Mutatis Mutandi.

El 7 de mayo de 1991 inició una de las últimas sagas escritas por Chris Claremont para X-Men. Se conoce como The Shadow King Saga (o The Muir Island Saga) y tuvo su primer capítulo en Uncanny X-Men #278.

La historia tenía como uno de sus fines, dar cierre a una larga etapa de transición en dicho comic y así poder relanzar los títulos “X” (como se les conoce en Marvel, o X-Titles). Los comics de mutantes eran los más vendidos, por lo que la editorial ponía especial atención en la línea.

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Apenas en su número anterior, se anunciaba la salida del dibujante estrella, Jim Lee, quien se haría cargo del nuevo título, llamado simplemente X-Men, junto a Chris Claremont. Este debutaría en otoño de ese año.

Marvel había tenido un gran éxito el año anterior cuando dieron a conocer Spider-Man, escrito y dibujado por Todd McFarlane. Por ello, querían repetir la hazaña. Otro paso en la dirección correcta fue la reformulación de New Mutants, título que tuvo su cierre en el #100 (y del cual hemos hablado aquí) y que fue transformado en X-Force, a cargo del joven Rob Liefeld, escritor e ilustrador, ayudado por Fabian Nicieza en los guiones.

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Para poder dar paso a la nueva etapa, debían cerrarse las líneas argumentales iniciadas por Claremont años antes. Una de ellas involucraba a uno de los villanos más peligrosos, The Shadow King, quien había peleado –y perdido- contra Charles Xavier cuando ambos eran jóvenes. El mutante conocido inicialmente como Amahl Farouk, había logrado sobrevivir en el plano astral, pero su cuerpo físico había muerto.

Eventos se desatan en la Isla Muir, propiedad de la renombrada genetista Moira McTaggert, quien ofrecía el lugar como santuario para mutantes y que era usado como base para un grupo emergente de X-Men. Farouk llega al complejo científico, y sin que se den cuenta, empieza a cohabitar en las mentes de varios mutantes, expandiendo su dominio poco a poco.

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Farouk (o Shadow King), toma control de McTagger, humana de nacimiento, pero líder táctico y de investigación en la isla. Sin que se percaten, sus habitantes se van tornando agresivos, viviendo en una pequeña sociedad degenerada. Llegan al grado de realizar peleas en un coliseo.

El primer capítulo de la revista tuvo como artista invitado a uno de los grandes del comic de X-Men: el dibujante Paul Smith, quien había ilustrado pocos, pero memorables números en la década de los 80.

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En el número anterior, Uncanny X-Men #277 (del que ya hablamos aquí), vimos el final de la pelea en la galaxia Shi’Ar, donde se encontraba el recién restituido grupo oficial de X-Men, que había luchado para ayudar a la monarca Lilandra a retener el trono que podía sido haber arrebatado de sus manos por un grupo de disidentes, coludidos con los Skrulls.

El equipo oficial de X-Men no se encuentra en la Tierra para detectar y detener a Shadow King. Además, durante mucho tiempo se les consideró muertos a los X, motivo por el que Banshee, Moira y Forge han formado su propia agrupación en Muir.

Banshee había detectado que algo andaba mal en la isla, pero debe viajar a New York con Forge y ahí descubren con vida a sus amigos. Antes de poder regresar a Muir, son abducidos a otra galaxia.

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Rogue, Guido, Multiple Man, Moira, Legion, Siryn y Amanda Sefton, son algunos de los mutantes bajo la influencia de Shadow King.

Tras ayudar a la emperatriz Lilandra, Banshee alerta al resto acerca de lo que sucede en Muir. El septeto de X-Men regresa a la Tierra y acude a la isla, pero son emboscados y detenidos.

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Uncanny X-Men #278 fue el último número escrito completamente por Chris Claremont, quien inició 16 años antes, con el número 94, ayudando al escritor saliente, Len Wein, también cocreador de los nuevos X-Men junto con Dave Cockrum. Claremont, guionista y arquitecto del universo X-Men fue obligado a renunciar para dar preferencia al dibujante Jim Lee, quien deseaba explorar sus propias ideas. Claremont quería seguir adelante con los constantes cambios, característicos en su trabajo. En cambio, como Lee era el dibujante más popular de Marvel, el editor le dio preferencia. Claremont accedió a escribir los primeros 3 números del nuevo comic de X-Men para posteriormente retirarse.

Uncanny X-Men #279 da crédito a Claremont por el argumento general, pero a la vez anuncia a Fabian Nicieza como guionista en dicho número. El arte corre a cargo de Andy Kubert, perteneciente a la dinastía Kubert y quien tomaría fama propia dibujando X-Men.

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La Saga de Shadow King continuó en X-Factor #69 y regresó para su cuarta y última parte en Uncanny X-Men #280.

Al final, con el villano derrotado y una multitud de mutantes en la Isla Muir, Charles Xavier y los estrategas deben reorganizar a los equipos. Esta da como resultado dos nuevos grupos de X-Men, llamados Azul y Dorado.

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Los miembros originales de X-Men (de 1963) regresaron por vez primera a su agrupación desde 1975 (en 1986 se les reunió como X-Factor, más no eran considerados X-Men de manera oficial).

Un nuevo X-Factor se dio a conocer como parte de la reestructuración. La nueva alineación trabajaba directamente para el gobierno estadounidense.

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La nueva estructura de títulos tuvo su inicio con el estreno de X-Force y le siguieron los cambios en Uncanny X-Men y X-Factor, además de lanzar el nuevo comic, X-Men. Todos, con nuevos equipos creativos. Los comics de Wolverine y Excalibur se mantuvieron sin mayores cambios. Esta fue una de las grandes noticias de la industria a inicios de los ‘90s, hace ya 30 años. Próximamente hablaremos de los comics involucrados en esta renovación.