Genesis demuestra que existen las películas sin imágenes. Y uno de sus discos es un muy buen ejemplo de ello, The Lamb Lies Down on Broadway, de 1974.
“El cordero descansa en Broadway”.
La música tiene la virtud de estimular las zonas del cerebro que crean las imágenes, manejan las emociones y generan las memorias. Es por esta razón que nos adueñamos de ciertas canciones o álbumes, pues representan algo muy personal para cada uno de nosotros, independientemente de la intención con que fueron creados.
La etapa inicial del grupo es una de las más destacadas y reconocidas por este mismo hecho, pues eran estimuladores de ideas, eran pintores de notas auditivas y artistas que nos empujaban a crear nuestros propios lienzos mentales.
Uno de sus álbumes más importantes en la carrera de Genesis, es The Lamb Lies Down On Broadway, compuesto en el género del rock progresivo que se distingue por la interacción entre artista y espectador en la que el segundo es el encargado de dar interpretación a una obra semiabstracta.
No obstante, esta complicidad no es equitativa, pues el compositor nos guía (o manipula) para caminar en el sendero que él ha determinado.
Rael = Real.
“El cordero descansa en Broadway” es el título del sexto disco de estudio de la banda inglesa y es prácticamente desconocido en el mercado comercial. La historia, además de una extraordinaria obra musical, explora el significado del ser por medio de un viaje metafórico.
La historia se centra alrededor del personaje ficticio, Rael, quien viaja a un mundo fantástico para embarcarse en un viaje en el que habrá de encontrarse a sí mismo. Para ello, primero deberá enfrentar a varios seres, casi mitológicos, que pondrán en juicio su cordura.
The Lamb, es la vida de Rael, una especie de Alicia en el país de las maravillas moderno, con una travesía por delante, acompañado de extraordinaria música.
Las canciones son secuenciadas y muchas veces se ligan unas con otras, siguiendo la estructura del álbum conceptual y del rock progresivo. Es una sola historia contada de inicio a fin en la que hasta las imágenes al interior del álbum tienen que ver.
La producción de Genesis, que fue la última en la que participó Peter Gabriel antes de emprender su propio camino, se dio a conocer el 18 de noviembre de 1974, llegando ya al medio siglo de vida y continúa siendo uno de los puntos clave del rock.
Te ofrezco una reseña acerca de este mismo material, escrita por un servidor hace 5 años:
Y otras producciones de Genesis, tales como Tresspass, su segundo disco:
A Trick of the Tail:
Y un artículo con menciones de Invisible Touch y Abacab: