Música

Miles Davis, In a Silent Way… una gran declaración musical.

El “antes y después”, lo marca el mejor juez, el tiempo. Miles Davis, In a Silent Way… “De manera silenciosa”, es una gran declaración musical al respecto.

(Miles Davis, In a Silent Way… una gran declaración musical)

Hay que evolucionar… de una manera silenciosa.

A Miles Davis le sucedió más o menos lo mismo que a Bob Dylan, cuando hizo la transición hacia la música eléctrica. Básicamente, ambos fueron metafóricamente apedreados. Y es que, a los críticos, así como algunos seguidores, les cuesta adaptarse al cambio; prefieren la seguridad y la familiaridad que han forjado por medio de un vínculo imaginario con el artista y su obra.

Lo arriba mencionado no necesariamente es malo; la música, como otras artes, puede ser una zona de confort a la que se recurre cuando la situación lo amerita. Sin embargo, cuando abrimos nuestras percepciones, la mente y los sentidos serán receptivos a nuevas cosas.

A su vez, el tiempo le ha ido dando la razón a Miles Davis, pues prácticamente sus detractores se han extinguido y la mención del trompetista es motivo de reconocimiento unánime. Por supuesto que habrá quien aún no lo acepte o no su música no le diga nada, pero son muy pocos y, todavía menos, los que mostrarán argumentos convincentes.

Equipo de ensueño.

Hoy en día, la placa In a Silent Way, es un parteaguas en la carrera de Davis y también del género jazz, debido a la adopción de la fusión.

Lo que consigue esta grabación no es hazaña pequeña y basta con dar un repaso a los integrantes de la banda de Davis en ese momento, además de los invitados. Sería algo así como el Dream Team del basquetbol de 1992…

Miles Davis (compositor y trompetista).

Wayne Shorter (saxofón soprano).

John McLaughlin (guitarra eléctrica).

Chick Corea (piano eléctrico).

Herbie Hancock (piano eléctrico).

Joe Zawinul (compositor y tecladista).

Dave Holland (bajo doble).

Tony Williams (batería).

La presencia del legendario McLaughin es de destacar, debido a que fue uno de los principales motivos de quejas, debido a que su guitarra era demasiado “vulgar” para un género tan “distinguido”. Paradójicamente, el guitarrista confesó sentirse nervioso de tocar junto a Davis, uno de sus héroes.

Miles Davis, In a Silent Way.

Si bien, Miles Davis había iniciado la transición hacia el jazz fusión de manera un tanto sutil, es con In a Silent Way que consolida el movimiento y una pieza fundamental para ello, fue el productor Teo Macero, partícipe de grabaciones como Time Out, de Dave Brubeck y compañía; Mingus Ah Um, de Charles Mingus o Sketches of Spain, Porgy and Bess y Jack Johnson, del propio Davis.

Bitches Brew (1970, el siguiente material de Davis, también fue producido por Macero.

La grabación de In a Silent Way, se realizó el martes 18 de febrero de 1969, en “La Iglesia”, nombre que recibían los estudios de grabación, CBS 30th Street Studio, ubicados –precisamente- en el #207 de la calle 30, entre la Segunda y Tercera Avenida de Manhattan. De manera casi increíble, la sesión de grabación del disco duró únicamente tres horas.

El material terminado, y bastante editado, se lanzó a la venta el 30 de julio de 1969.

En su interior, encontramos dos composiciones principales. La primera de ellas es “Shhh”/”Peaceful”, compuesta por Davis y que se divide en “Shhh”, “Peaceful” y “Shhh”. La siguiente, de Zawinul, “In a Silent Way”/”It’s About That Time”, es separada de igual manera, en “In a Silent Way”,  “It’s About That Time” y “In a Silent Way”.

La grabación se cataloga como jazz fusión, jazz eléctrico, avant-garde y jazz-rock. O, en resumen, buena música.

En el año de 2001 (el 3 de octubre), se dio a conocer una versión expandida, titulada The Complete In a Silent Way Sessions, con tres discos en lo que, además de un extenso material, podemos escuchar “Shhh/Peaceful” en la versión sin editar, así como versiones alternas de “In a Silent Way” e “It’s About That Time”.

En realidad, el salto que dio el trompetista hacia el estilo eléctrico se comprende perfectamente al escuchar este mítico material, que cumple 55 años, y que suena natural, orgánico y vigorizante. No por nada, muchos lo consideran la primera grabación del jazz fusión.


Te ofrezco otras notas de jazz, como tres producciones de Miles Davis; Sketches of Spain:


Bitches Brew:


Rubberband:


Time Out de Dave Brubeck Quartet:


Time Changes, también de Brubeck:


Money Jungle de Duke Ellington, Charles Mingus y Max Roach:


Underground, de Thelonious Monk:


Y Jazz Brunch, de Claude Bolling y su Big Band:

Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button