Sigur Rós. Ágætis byrjun (Un buen comienzo).

Segunda producción de los islandeses.

La música mueve sentimientos, emociones. Y quienes lo hacen con gran habilidad son los islandeses de Sigur Rós. Ágætis byrjun (Un buen comienzo), es un ejemplo.

El título puede ser un poco engañoso, ya que Ágætis byrjun es la segunda producción discográfica de Sigur, no el comienzo.

(Sigur Rós. Ágætis byrjun (Un buen comienzo))

Un buen comienzo después de un buen comienzo.

Liberada el 12 de junio de 1999, la placa representó el momento en que el grupo alcanzó la fama mundial. Sus extraordinarias y emotivas armonías, así como sus conceptos musicales poco comunes, formaban un paquete completo que ofrecía una experiencia muy distinta a lo que se escuchaba normalmente.

Sigur Rós parecía una banda llegada de otro planeta; con sus letras en islandés recubiertas por las características vocales únicas de Jonsi (Jón Þór Birgisson) y su poca usual manera de ejecutar la guitarra con un arco de violonchelo.

El sonido que emana del instrumento es como una lengua musical nueva, la cual traducimos con el inconsciente y con un manual, que es nuestro propio cúmulo de experiencias.

Olsen olsen

Ángeles durmientes.

Ágætis byrjun es también una partida de su disco anterior, Von (Esperanza) de junio de 1997, que se expresaba con otros sonidos, más oscuros, rockeros, agresivos y góticos. La evolución entre uno y otro es evidente; así también, su concepto se escucha más aterrizado, más cercano a lo que se les conoce actualmente.

La agrupación no abandonó el rock para el segundo disco, lo convierte en un ser distinto, se despoja del cascarón y emprende el vuelo, volteando ocasionalmente a ver el suelo y así no olvidar de donde partieron.

Los sencillos.

La grabación desprendió dos sencillos de promoción, “Svefn-g-englar” (“Ángeles durmientes/sonámbulos”) y “Ný batterí” (“Baterías nuevas”).

“Svefn-g-englar”, cuenta con uno de los videos musicales más hermosos que podrás encontrar.

En este disco, casi todas las canciones están grabadas en islandés, a excepción del track número 8, “Olsen Olsen”, que es interpretado en el lenguaje inventado, Vonlenska. De hecho, el siguiente álbum, (), de 2002, fue cantado exclusivamente con ese tipo de “comunicación” verbal.

Como aclaración, el disco mencionado sí tiene por nombre los signos de paréntesis.

Svefn-g-englar  [Official Video]

Experiencias y recuerdos.

En Ágætis, Jonsi (voz, guitarra, bajo, teclados, armónica, banjo, ukelele, sampler), Georg Hólm (bajo) y Ágúst Ævar Gunnarsson (batería), agregan a Kjartan Sveinsson (teclados), para convertirse en un cuarteto. La producción fue también la última grabación de Gunnarsson.

La agrupación ofrece 10 canciones que dan casi 72 minutos de duración. La placa es del tipo ambiental melancólica que requiere un buen estado de ánimo para ser escuchado. Sus acordes menores pueden llegar a tener impacto en aquel que escucha y, ciertamente, no es recomendable para cuando no se pasa por un buen momento.

Por otro lado, la experiencia en las condiciones adecuadas, nos sumergirá en un lugar único, generado por la emoción y la imaginación, enviándonos a un lugar privado que no sabíamos que existe en nuestro interior.

En conclusión…

Sigur Rós es un generador de ideas y de sensaciones para su audiencia, dejándonos hacer la mitad del trabajo. Como resultado, se abren nuestros sentidos, imaginación y creatividad, lo cual se consigue al disfrutar temas como el mencionado “Olsen Olsen”, con su clímax orquestal y sus coros. O en cualquier otro instante.

Es Sigur Rós, es una experiencia sensorial integral. Su álbum, Ágætis byrjun, cumple 25 años.

Intro

Te ofrezco una nota donde recomendamos un álbum de Jonsi, Shiver, de 2020, así como otras estupendas grabaciones de gente como Groove Armada, Róisín Murphi, Mariah Carey y más:


Y una más, donde vemos al mismo Ágætis byrjun, de Sigur, desde otra perspectiva:

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