Historia y memoria

Anastasia, los Romanov y una dinastía que cambió la historia

Anastasia Romanov fue una de las hijas del zar Nicolás II quienes tuvieron un trágico desenlace y de donde salió un mito.

Hay momentos en la vida que se vuelven clave para entender la historia o que dieron paso a un cambio que provocó un nuevo paradigma, siendo la caída de imperios, gobernantes, estados o personas los que producen una revolución que cambia el rumbo de la historia del lugar.

Hechos como la caída de los imperios o civilizaciones antiguas, la desaparición de las coronas europeas y la instauración de gobiernos sin la presencia de la realeza dieron paso a la historia contemporánea que ahora constituyen a las naciones modernas.

La realeza rusa se ha distinguido de las otras coronas europeas debido a la cultura y la evolución con la que e ha conformado la idea de la realeza en Rusia, pues los zares no solamente se valían de la idea primigenia de las coronas de un mandato divino, sino que la dureza, la fiereza y la cruda realidad del espacio ruso volvieron a los zares y a la dinastía Romanov en una de las más estables y poderosas del mundo.

La dinastía Romanov

El reinado de los Romanov hasta la muerte del zar Nicolás ll tuvo una duración de 300 años, de 1613 a 1971 y se convirtió en uno de los imperios con mayor vastedad territorial, pues al momento de la finalización del imperio llegó a ocupar hasta una sexta parte de la superficie de la tierra.

A diferencia de las otras monarquías en Europa, el imperio ruso se distinguió por no ser ni encajar en el estándar de lo definido como una monarquía, pues hubo gobernantes que fueron despiadados, crueles y traicioneros que llegaron a caer en la lujuria, la embriaguez y el sadismo, de quienes se conoce que Catalina la Grande tuvo muchos amantes, o de Pedro el Grande coleccionaba enanos.

La dinastía Romanov comenzó su reinado con la coronación de Miguel l hasta la abolición de la monarquía en 1917 con la revolución bolchevique.

Dos de los grandes emperadores que llevaron a Rusia a la modernidad, el conocimiento y la industrialización de la Rusia rural fue Pedro l “el Grande” y Catalina ll “la Grande”.

Una revolución que cambió la nación

A vísperas de una revolución y con la inminente guerra que se avecinaba en Europa el panorama estaba cargado de cambios sociales que implicaron un antes y un después en la conformación de las naciones o corrientes como el socialismo o el comunismo.

En Rusia comenzó un descontento hacia finales de 1916 por la monarquía existente. Para 1917, los funcionarios comenzaron a alinearse a la ideología comunista y vieron a la corona como un impedimento para lograr una Rusia justa y equitativa social y económicamente.

Lenin y León Trotski se volvieron los rostros de la revolución y con ayuda de los bolcheviques, en 1917 el zar Nicolás se vio obligado a abdicar, siendo este el final de la monarquía rusa.

Este final también venía por el descontento social ante la presencia de Rasputín, un monje quien ganó mayor lugar en la corte debido a sus “poderes curativos”, presencia y en especial por la cercanía que creó con la zarina debido a la enfermedad de su hijo Alexei, quien padecía hemofilia, una enfermedad en la que la sangre no coagula de manera adecuada.

Después de abdicar al trono, fueron trasladados a Tobolsk donde pasaron alojados en la mansión del gobernador. El 16 de julio se le informó al zar junto con su familia que serían trasladados a otro lugar, los dirigieron al sótano donde fueron fusilados.

Tras la muerte de todos los miembros de la familia, fueron enterrados, desenterrados y vueltos a enterrar en otro lugar. De esta manera se dio fin a la monarquía y el inicio de la era comunista de la nueva Rusia.

Anastasia Romanov y el mito de su vida

La historia y mistos que vinieron después de la muerte de los Romanov en torno a la hija Anastasia circundaron durante muchísimo tiempo hasta que pudo demostrarse lo contrario, ya que se creyó que Anastasia continuaba con vida y que la dinastía Romanov no había muerto.

Con las adaptaciones musicales y cinematográficas con las que tanto ahínco han mostrado interés sobre el mito de Anastasia, avivaron el fuego a creer en esa historia.

El mito de que Anastasia estaba viva se alimentó del hecho de que, cuando se descubrió la muerto de los Romanov el cuerpo de Anastasia no se encontraba en el mismo lugar, lo que dio paso a que se creyera en la posibilidad de que estaba viva.

Fue la cuarta hija del matrimonio real y era considerada una joven enérgica y de gran carisma. Cuando murió su abuela se encontraba exiliada en Crimea y los rumores de su posible existencia promovieron una búsqueda por la “princesa perdida”, de quienes hubo incontables impostoras e inclusive hubo una que se creía que era Anastasia, aunque se comprobó que no era verdad.

Después de la caída de la Unión Soviética en 1991, se pudo comprobar a través de una exhaustiva investigación y gracias al uso de estudios de ADN, que Anastasia había muerto con la familia, lo que el mito solo quedó en una historia animada por años.

Mar

Escritora, redactora. Egresada de la carrera de Lengua y Literatura Hispánicas, fui parte de la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM. La escritura es el camino y la meta, y siempre estoy pensando con palabras.

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