El ingenio del mexicano es espectacular, la creación de algunas frases, dichos y expresiones populares, son tan peculiares que difícilmente se le pueden explicar a un extranjero…
¡Ahorita!
En realidad cómo traducimos ese tiempo, porque el ejemplo es claro y vivencial, cuando te piden hacer algo, segurito dices, ¡sí, ahorita!, pero pasan 3 horas, 2 días, 6 meses o el tiempo que sea y eso que te pidieron hacer, nomás no se ha iniciado. El tiempo es relativo, pero esa expresión saca de órbita a cualquier foráneo.
¡¿Qué tanto es tantito?!
Se usa para expresar resignación sin remedio, pero también cuando no queremos ser tan precisos con un cálculo, porque el “tantito” es la palabra poderosa, que llena de magia, complicidad y alcahueteo al proceso en cuestión.
¡Vuelo a la hilacha!
Es la expresión que se le dice a alguien cuando se deja llevar por lo que quiere y le place hacer, aunque la mayoría de las veces las connotaciones son las de esos placeres carnales, muchas veces mal vistos por ser prohibidos, así que si alguien te dice, “vamos a darle vuelo a la hilacha” recuerda en estos tiempos modernos al niño del oxxo, ¡ajajá!
¡El que es perico donde quiera es verde!
Esta frase quiere decir que el que es bueno para algo en donde quiera lo será, porque aunque hay muchos colores en el cuerpo de un perico, en realidad el más icónico es el verde, siendo entonces una característica general y aceptada, así como ese expertise de aquel que se dice capaz de algo porque lo domina.