Es considerada una de las más grandes películas del director y del cine en sí; una obra del misterio, La ventana indiscreta, de Hitchock.
Hablando con su audiencia.
El director británico, además de moverse con destreza en distintos géneros cinematográficos, era un visionario del medio, de su lenguaje, al cual proponía cosas novedosas de manera constante.
Por otro lado, Alfred Hitchcock era un gran analista del comportamiento humano y sus películas tienden a escudriñar las conductas que llevan a la toma de decisiones, ya sean buenas o malas elecciones.
Rear Window, es también un metamensaje; o sea, un mensaje dentro de otro mensaje que generalmente va dirigido al público y que no necesariamente tiene un significado relevante para la trama. En este caso, sí.
Hitch comprendía la curiosidad, que en ocasiones se convierte en morbo, y lo aplica para esta película, cuyo estreno fue el 1 de septiembre de 1954. El guion fue escrito por John Michael Hayes y está basado en el cuento corto de Cornell Woolrich, It Had to Be Murder (Tenía que ser homicidio), de 1942.
El voyerismo es el tema principal del filme, en el que el fotógrafo L. B. Jefferies (interpretado por Jimmy Stewart), se recupera en su departamento de la fractura de una pierna. El encierro va en contra de todo lo que es Jefferies, un hombre que viaja por todo el mundo buscando las mejores imágenes.
¿Qué actividad más voyerista que la de un fotógrafo? El mirón (o peeping Tom, en inglés) no debería ser calificado tan duramente; después de todo, el metamensaje es que el propio espectador lo es también. Y es que, ¿no es en sí, la cámara de cine la ventana a otras vidas?
Hablando sin palabras.
Las ventanas traseras del departamento de Jefferies tienen vista hacia un patio compartido entre otros tres edificios. Durante una ola de calor, la mayoría de sus habitantes mantienen las ventanas y persianas abiertas. Algunos de ellos, inclusive, duermen en los balcones. Claro, cuando no hay lluvia.
Cuando comienza la película, con maestría, Hitchcock nos muestra en 2 minutos y medio todo lo que debemos saber, tan pronto terminan los créditos. Y aún más interesante es que lo hace sin emplear un solo diálogo.
En la primera secuencia se nos muestran el patio y los edificios aledaños, así como algunos de sus habitantes, que tendrán cierta relevancia para la trama. Vemos a un sudoroso Jefferies y el termómetro que marca más de 34 grados centígrados (94 Fharenheit). Entonces, el yeso que mantiene postrado en una silla de ruedas al hombre, con la inscripción, “Aquí yacen los huesos rotos de L. B. Jefferies”.
Posteriormente (y sin hacer corte aun), vemos una cámara destrozada, lo que nos indica que el hombre es fotógrafo y que su accidente se debió a una cuestión de trabajo (lo que nos sugiere que el hombre gusta del riesgo).
La cámara pasa por la pared, observando algunos de los trabajos fotográficos en situaciones peligrosas para terminar en un facsímil de la revista Life, donde vemos a una hermosa joven. Poco después, descubriremos que se trata de su prometida, la modelo y socialité, Lisa Fremont (Grace Kelly).
En ese momento termina la secuencia.
“La curiosidad…”.
Jefferies pasa mucho de su tiempo al pie de la ventana buscando la relativa frescura del aire y, también, espiando a uno que otro vecino. Eso lo lleva a descubrir lo que aparentemente es un homicidio, pues un hombre actúa sospechosamente después de que su esposa, enferma e incapaz de salir de cama, ha desaparecido de su departamento.
El fotógrafo lucha para que sus allegados le crean, su novia Lisa, su enfermera Stella (Thelma Ritter) y su amigo, el detective de policía, Tom Doyle (Wendell Corey). Sin embargo, Jeff los lleva a terminar involucrados hasta la médula.
Todo puede tomar un camino desastroso cuando la vida de Lisa es puesta en peligro.
Esta historia ha sido homenajeada y parodiada en un sinfín de ocasiones y es uno de los filmes más conocidos de Hitchcock. Las actuaciones son notables, así como la realización, pues toda la película se filmó en un foro. Los edificios y patios fueron construidos para poder tener dominio total del territorio (y de su clima).
Asimismo, es el conjunto habitacional un personaje en sí, un organismo vivo que nos permite ver un poco de su funcionamiento. Este incluye los ocasionales gatos y perros y hasta palomas que se posan en los techos para crear un ambiente verosímil.
Una obra del misterio, La ventana indiscreta, de Hitchock.
Los actores relevantes son muy pocos, prácticamente los que hemos mencionado hasta ahora y uno más que resultará ser pieza importante de la trama, el sospechoso Lars Thorwald (Raymond Burr). Muchos extras dan vida al entorno en el que vemos hasta al propio director, en uno de sus acostumbrados cameos cuando es visitante en la morada del pianista.
Lo extraordinario de la construcción incluye un angosto pasillo hacia la calle en la que vemos el ocasional carro y parte de un bar. O los niños jugando y refrescándose, al inicio del filme.
No obstante, gran parte de la acción ocurre en el departamento de Jefferies quien, prácticamente, nunca lo abandona. La cámara de Hitchcock se mueve con libertad en su interior y tampoco sale, tratando de mantener al espectador en las mismas circunstancias que al protagonista.
Convaleciente, atrapado y a una semana de que le quiten el yeso, Jeff está desesperado por culpa del calor y de su situación física. Esto lo convierte en un protagonista no ideal y, en ocasiones, llega a ser un total cretino, sobre todo con Lisa. Debajo de su mala actitud y poca tolerancia, se encuentra un hombre inseguro que no se cree suficiente para Lisa y no quiere que sacrifique su vida a causa de su vida nómada.
Rear Window, como muchos otros trabajos de Hitchock, estuvo a punto de perderse por completo, ya que el filme original se dañó por el paso del tiempo y el descuido. Fue gracias a un extenso trabajo de restauración que la cinta se recuperó. Gracias a ello, podemos verla una y otra vez y, el día de hoy, celebrar los 70 años de su estreno.
Te ofrezco otros trabajos innovadores de Hitch. Intriga internacional (North by Northwest):
La soga (Rope):
Vertigo:
Los pájaros:
Y Para atrapar un ladrón (To Catch a Thief):
Léon, el profesional, de 1994.
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