El avance de la Inteligencia Artificial (IA) ha cambiado las reglas de la ciberseguridad. Hoy, los algoritmos pueden descifrar contraseñas en milisegundos.
Esto obliga a usar claves de al menos 20 caracteres con mayúsculas, minúsculas, números y signos para evitar el robo de información, advirtió el Mtro. Edgar Ignacio García Avilés, coordinador de Informatización de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Hace una década, la seguridad informática se centraba en proteger archivos en memorias USB o carpetas dentro de las computadoras.
Sin embargo, con el auge de la IA y las Tecnologías de la Información, la ciberseguridad se convirtió en un reto mayor.
Antes, se recomendaba usar contraseñas de ocho caracteres, luego se aconsejó incluir símbolos y evitar datos personales como cumpleaños o aniversarios.
Ahora, la clave es usar combinaciones más largas y complejas, sin repetirlas en distintos servicios.

Programas especializados pueden descifrar secuencias débiles en cuestión de segundos. Ejemplo de ello es “Patito123”, una contraseña común y poco confiable, que solo se fortalece al agregar símbolos y variaciones.
Por ello, la UAQ participa en la Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet (CUDI) para analizar patrones de contraseñas y detectar vulnerabilidades.
A nivel local, las claves más usadas en correos y dispositivos son “admin”, “root” o “superusuario”, lo que representa un riesgo.
Ante la imposibilidad de proteger individualmente a los más de 40 mil usuarios de la UAQ, García Avilés llamó a tomar precauciones, como evitar compartir contraseñas, no dejarlas visibles y extremar cuidados con redes públicas y enlaces sospechosos.
Entre las estrategias recomendadas están el uso de passkeys, una alternativa más segura a las contraseñas tradicionales, y revisar la seguridad de las claves actuales en portales como How Secure Is My Password (security.org), que muestra cuánto tiempo tardaría un algoritmo en descifrarlas.
En algunos casos, puede ser instantáneo; en otros, requeriría billones de años.