La Carpeta Verde

La narrativa de “México Enemigo” como arma estratégica

Las denominadas guerras híbridas son operaciones multidominio que además de usar medios militares, diplomáticos y cibernéticos para degradar o someter a un adversario sin estar precisamente en una lucha abierta y convencional, recurren a un recurso propagandístico que consiste en la construcción de narrativas difundidas por varios canales, con la intención fundamental de controlar imaginarios, legitimar acciones coercitivas y fracturar la cohesión interna del objetivo.

Aunque México no se encuentra en un enfrentamiento armado contra Estados Unidos, evidentemente hay un conflicto ideológico, político, y por supuesto, económico, que se ha visto intensificado por parte de las recientes acciones emprendidas por el gobierno de Donald Trump: la aplicación de aranceles a transacciones comerciales, la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, la eliminación de visas a personajes políticos, o, las sanciones fiscales contra Intercam, CIBanco y Vector, solo por citar los más mediáticos.

En esta arremetida, desde la trinchera de la comunicación política, se pueden vislumbrar algunos destellos de como un sector de la cúpula política estadounidense ha emprendido la divulgación de una narrativa con mensajes muy puntuales que tienen la tarea de criminalizar al Estado mexicano, moldeando una percepción que categoriza al país como un actor enemigo y contrario a sus intereses, pero sobre todo, que deja en claro la superioridad que tienen en su poder nacional.

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Mensajes aislados pero en la misma línea: criminalizar al Estado mexicano

La muestra más clara de esta narrativa que llamaremos “México Enemigo” fue la declaración que emitió en días pasados la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, íntima colaboradora de la administración trumpista, en su comparecencia ante los miembros del Senado que conforman el Comité de Asignaciones. La Fiscal etiquetó a México como una amenaza extranjera equiparandola al mismo nivel que China, Rusia e Irán; este último recientemente bombardeado por las fuerzas armadas estadounidenses el pasado 21 de junio en una operación militar sin precedentes.

Bondi hizo este señalamiento en torno a una serie de preguntas y respuestas que sostuvo con el senador republicano Lindsey Graham, quien aseguró que la mitad de México está dominado por los cárteles, situación que provoca la muerte de miles de jóvenes estadounidenses por el tráfico de fentanilo, para después mencionar a Irán como una nación que desea la exterminación de su país y la de Israel mediante el uso de una bomba nuclear.

• Graham: “Así que mi último punto es respecto a Irán: ¿puede decirle al régimen iraní que no nos intimidarán para que hagamos lo mejor que podamos para ayudar a Israel y a nuestra propia seguridad nacional?”

• Bondi: “Creo que Donald Trump lo ha dicho alto y claro. No nos dejaremos intimidar y mantendremos a Estados Unidos a salvo […] No sólo frente a Irán, sino también frente a Rusia, China y México. Frente a cualquier adversario extranjero, ya sea que intente matarnos físicamente o mediante la sobredosis de nuestros hijos con drogas. Haremos todo lo que esté en nuestro poder […] para mantener a Estados Unidos seguro.”

Otros mensajes anteriores que encajan en la misma tónica de esta narrativa, fue la denuncia pública hecha en una conferencia de prensa por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, acusando a la presidenta Claudia Sheimbaun de ser la incitadora de las protestas migrantes en Los Ángeles, California; o bien, los comentarios de Eric Trump, hijo del presidente estadounidense, quien dijo en una entrevista para el canal de noticias Fox News que México sería “decapitado” por Estados Unidos en “cuatro segundos” si hubiera un hipotético caso de guerra entre ambas naciones.

La narrativa, además de ir apuntada directamente hacia México como nación, tiene dos audiencias secundarias específicas: la base electoral del movimiento MAGA (Make America Great Again) que soporta al trumpismo, y, si se lee entre líneas, también busca llegar a otras naciones antagónicas o no alineadas, pues si Estados Unidos actúa de esta manera tan ríspida e intimidante con su vecino y principal socio comercial ¿qué le puede esperar a los demás? Incluso Canadá no se ha salvado de este empuje, pues ha sido blanco de comentarios que sugieren ideas anexionistas.

Una de las aristas preocupantes que hay en este conflicto retórico, es el eco y soporte que la narrativa “México Enemigo” ha tenido en suelo nacional, siendo auspiciado en buena medida por la oposición política que busca tomar ventaja de esto en los espacios de debate público. La estrategia de comunicación no enfrenta al actual partido en el poder, sino al propio Estado mexicano sin distinción de colores. Y justamente esto, en términos de Seguridad Nacional, debería contrarrestarse desde un frente común institucional, dejando de lado los intereses individuales de los diferentes grupos políticos que pugnan entre sí por una tajada más de influencia.

Comentarios lanzados al aire como el del diputado local en Querétaro, Guillermo Vega, quien es un panista relevante en la zona, donde dijo que MORENA “tiene fuertes vínculos con organizaciones vinculadas al gobierno iraní”, más allá de ser un golpe contra el partido rival, es más bien un daño a la posición del Estado mexicano, y en concreto, a su poder nacional.

Si este tipo de resonancias se asocian con otros hechos paralelos, como por ejemplo, el papel que jugó Cheng Mingfun en el no tan lejano 2015 –empresario chino que desde México y otros cuatro países (curiosamente utilizando a Intercam en su red bancaria internacional) financió un programa secreto para el desarrollo de misiles para Irán–, literalmente, son oro puro para los principales maquinadores de la narrativa “México Enemigo”, pues aportan elementos discursivos para seguir alimentándola e incentivan un ecosistema propicio de guerra híbrida.

Nótese que la investigación de los movimientos de Mingfun fue emprendida por el Departamento del Tesoro (el mismo organismo que ahora tiene en la mira a las tres entidades bancarias al principio mencionadas, siendo una de estas propiedad de Alfonso Romo, cercano asesor del expresidente Andrés Manuel López Obrador), y en el 2020, se difundió en un material periodístico elaborado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, organización que preside María Amparo Casar, comentarista política que ha tenido serios desencuentros con la cúpula morenista.

Afortunadamente han salido señales y mensajes de contrapeso desde Estados Unidos, especialmente de instituciones relacionadas con seguridad. Del 23 al 25 de junio, los secretarios de Marina y Defensa mexicanos, el almirante Raymundo Morales Ángeles y el general Ricardo Trevilla Trejo, visitaron las instalaciones del Comando Norte del Ejército estadounidense para sostener reuniones de cooperación con el general Gregory Guillot, titular de dicho cuerpo. Mediante un comunicado digital, el Comando Norte informó que el encuentro “reforzó aún más la relación militar entre Estados Unidos y México”.

Por su parte, durante un acto oficial el embajador estadounidense en México, Ronald Johnson (exmiembro de la CIA y coronel retirado de las fuerzas especiales), dijo estar “orgulloso de trabajar con la presidenta Sheinbaum y su equipo para asegurar la frontera”, y ratificó que la unión entre ambas naciones es especial, única y hasta familiar. Todo esto comunicado exactamente el mismo día en que Bondi comparecía ante el Senado, cosa que también desmiente los comentarios claramente malintencionados del senador Graham que hacía alusión a que no existía una cooperación binacional en materia de seguridad.

Narrativas contra México para impulsar popularidad

Entre los distintos beneficios que puede generar la narrativa “México Enemigo” al actual grupo en el poder estadounidense, quizá la hipótesis más obvia, es que se le activa cuando la popularidad de su administración empieza a mostrar signos decadentes, en especial por la participación de aquel país en la guerra Israel-Irán (ya pasada a la historia como la “Guerra de los 12 Días”).

Cuando las tensiones en Medio Oriente encrudecieron, sucedieron las manifestaciones migrantes en California que derivaron en la acusación prácticamente de insurrección contra la presidenta Sheinbaum; así mismo, después del bombardeo a la instalaciones nucleares iraníes como parte de la operación “Martillo de Medianoche”, que fue muy criticada, sale Bondi con la designación de México como nación adversaria, noticia que se propagó ampliamente y captó mucha atención mediática.

La cuestión aquí es: ¿nuestro sistema político cuenta con el consenso y la estabilidad para encaminar estas defensas del Estado mexicano, o la atención de los actores y tomadores de decisiones está focalizada 100% en las pugnas internas por el poder?

Nodos bajo la lupa en esta carpeta

• Pamela Bondi: Fiscal General de EUA desde febrero del 2025; anteriormente ocupó el mismo cargo pero a nivel estatal en Florida por ocho años, entidad bastión del trumpismo.

• Lindsey Graham: senador por Carolina del Sur desde hace más de veinte años, estado de filiación republicana; en los ochentas sirvió en la Fuerza Área y tiene el rango de coronel en la Guardia Nacional.

• Kristi Noem: política republicana con base de influencia en Dakota del Sur, siendo la primera mujer gobernadora de su estado; actual secretaria de Seguridad Nacional, uno de los departamentos más grandes del gobierno federal.

• Eric Trump: tercer hijo de Donald Trump; empresario que maneja los negocios de su familia, entre ellos la reciente compañía de telefonía Trump Mobile; coquetea con aspiraciones presidenciales.

Leonardo Ríos

Maestro en Estudios Históricos y especialista en Comunicación Política por la UAQ. Premio "Gastón García Cantú" 2024 en el INEHRM. Investigo y analizo temáticas relacionadas con seguridad, defensa e inteligencia.

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